jueves, 22 de agosto de 2013

Qué difícil es controlar el lado izquierdo del pecho…

Hoy, mañana, quizás dentro de una semana. De día o de noche, incluso durmiendo… hay que estar preparado. En el bar de siempre o por esa calle que nunca pasas. El día que vienes corriendo porque se te ha olvidado el paraguas o en el ascensor del cualquier edificio, quién sabe…Por un saludo apresurado, un gesto amable o torpe, una sonrisa; mejor una sonrisa torcida, no hace falta que sea perfecta. Los típicos intercambios de miradas que no dicen nada, pero a la vez lo dicen todo. Entonces empieza el desconcierto. ¿Pero eso existía? Algunos se declaran ateos de este sentimiento, otros siguen investigando acerca de sus idas y venidas. Lo clasifican para tenerlo controlado; los no correspondidos, los flechazos, los que duran y permanecen; los que aparecen, se quedan un tiempo y luego se esfuman, pero se mantienen en ese rincón del lado izquierdo. Olvidar. Eso dicen los optimistas. Aquellos que disfrutan de esa sensación tan peculiar de locura, no solo una, sino dos o más veces. ¿Y se puede evitar? Digamos que sí, pero entonces no estaría hablando con alguien real, y quieras o no, lo necesitas para vivir. Es inútil. No intentes buscar lo imposible. Solo te daré un consejo: aprende a vivir con él…y buena suerte.


RoxSam

sábado, 17 de agosto de 2013

Bipolaridad


Bipolaridad, sí de eso voy a hablar.
Definido como un trastorno del estado de ánimo caracterizado por la presencia de uno o más episodios con niveles anormalmente elevados de energía, cognición y del estado de ánimo.
Descrito así se puede llegar a pensar que es una cosa que puede padecer todo el mundo, y a eso es a lo que yo voy. Creo que todos tenemos algo de bipolaridad, no como enfermedad sino como un simple cambio de comportamiento continuo que puede ser provocado o no por las situaciones que nos rodean. La verdad es que todos tenemos esos momentos en los que sin saber por qué exactamente, quizás por un cúmulo de cosas o quizás porque de repente algo cambia en nuestra mente, nos transformamos en algo que deja mucho que desear incluso para nosotros mismos.
Pero la mayoría de las veces, son las personas que nos rodean las receptoras de nuestros cambios de humor, nuestra “bipolaridad” por así decirlo, y pueden reaccionar de maneras muy diversas, pueden huir, enfadarse, llorar, reírse, ignorarnos… 
Y de cada fase de nuestro comportamiento ¿qué piensan? Lógico sería que les gustara más una que otra. Pues últimamente se han cruzado en mi vida varias personas, unas con más importancia y otras con menos,  todas tienen esas dos fases y por extraño que parezca de algunas de ellas me gustan ambas fases. Esto es así porque hay gente capaz de escribir una preciosa poesía sobre Apolo y Dafne y también un twitt donde ponga “jodido”(palabra que me repugna) o de decirte lo más bonito que hayas oído y luego desaparecer casi un mes sin previo aviso. 
Y es que sin una fase no existiría la otra, ya que distinguimos cada una gracias a la existencia de la otra porque están conectadas formando la personalidad de quien las lleva.




 Mila